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Ignacio Pérez-Jofre. tierra

tierra es la exposición de inicio de temporada en La Gran, que continúa con el ciclo sobre el paisaje iniciado a principios de año. En ella Ignacio Pérez-Jofre desarrolla los intereses principales que han caracterizado su trabajo –la construcción de la obra a partir del recorrido urbano, la experimentación en la pintura y el interés por la huella y los materiales encontrados–.

Al usar la materia recogida en algunos puntos de la ciudad como pigmento con el que crea todos los cuadros de la exposición, el artista dirige toda la atención a la tierra –con sus cualidades de color y textura– para que por sí misma, sin más mediación, sea capaz de transmitir potencia plástica y cuestionar la tradicional idea romántica de Naturaleza, como una entidad ilimitada, invulnerable y, sobre todo, externa al hombre.


En la treintena de cuadros que conforman la exposición, el artista utiliza la propia materia encontrada en alcorques, jardineras, parques o descampados urbanos ubicados en la proximidad de su estudio como masa pictórica. Con una capa gruesa de tierra realiza monocromos centrados en la presencia matérica de la tierra como elemento único y bicromos que mantienen el vínculo con el lugar de origen del material, pues combinan dos tierras que están efectivamente adyacentes allí donde las toma. Así, muestra diferentes gamas cromáticas y texturas que pinta sin pintar o, en cierto modo, que pinta del natural

Utiliza estos pigmentos originarios y les devuelve a su raíz pre-histórica por la clara dimensión metafórica a la que alude: Pérez-Jofre está dirigiendo toda su atención a la tierra, y por asociación al territorio. Los cuadros son –literalmente– fragmentos de ese territorio que cuestionan la tradicional idea romántica de “la Naturaleza”, como una entidad ilimitada, invulnerable y, sobre todo, externa al hombre. En tierra, la naturaleza forma parte de la “experiencia de lo cercano” en la ciudad y se alimenta no solo de los constantes cambios del tiempo geológico, también de las intromisiones humanas, de la artificialidad que el ser humano le confiere, para conformar una unidad, una interdependencia y un pensamiento profundamente preocupado por la relación entre los seres y su ambiente. Es en este sentido en el que la naturaleza no se puede pensar al margen de la acción del hombre, que de forma innegable y dramática está alterándola. “Estamos perdiendo hasta el suelo que pisamos” escribe Timothy Morton, ¿y sobre qué caminaremos entonces? Sobre deshielos y extinciones.

Las obras de tierra aluden a esta forma ecológica de pensar, horizontal y democrática, que en realidad ha sido la constante de sus trabajos desde hace años: una obra entendida como proceso que es también una trama donde las series se alimentan entre ellas, pues ninguna existe por sí misma. Vemos los indicios de huellas de obras pasadas, también de inquietudes futuras.

Sobre el artista:

Aunque Ignacio Pérez-Jofre (Madrid, 1965) se define principalmente como pintor, su dilatada actividad artística comprende, además de obra pictórica, performance, acción, instalación, fotografía, y vídeoarte.

Su fascinación por los procesos, por la deriva, por dejar registro de todo lo que le rodea, pero también por la pintura de observación que considera una acción de resistencia casi política en el mundo de las redes sociales y lo instantáneo, han provocado que casi desde el inicio de su carrera a mediados de los años ochenta, su obra se desarrolle en varias líneas de trabajo que han sido una constante hasta el presente: la preocupación por la generación de imágenes mediante procedimientos no manuales, con un especial interés en la huella y la imagen indexada; la experimentación permanente con el color y sus posibilidades combinatorias en el contexto de la contemporaneidad; una especial atención a lo cotidiano, mediante la que busca una refutación de la veracidad de lo que, convencionalmente, se entiende como realidad; el interés por el hecho urbano como escenario de las interrelaciones de la sociedad actual, del que surge su metodología de los recorridos urbanos; y una preocupación por las condiciones concretas en las que se generan los procesos recientes de creación artística, con una especial preocupación por la sostenibilidad ambiental y la generación de residuos y su reutilización en la actividad artística.

Todas estas cuestiones le han llevado a investigar de forma constante sobre la vigencia del hecho pictórico en el arte contemporáneo y a desarrollar una obra que busca resaltar la importancia de la proximidad y la experiencia del espacio y el momento. Lo que le ha conducido a trabajar de manera muy intensa en el medio urbano, que es utilizado como objeto pero también como sujeto de sus acciones pictóricas: a menudo ha podido encontrársele pintando en medianeras o tapias abandonadas frente a un público que le observa curioso. Otras veces son objetos encontrados en ese ámbito, como muebles, carteles arrancados o escombros los que utiliza como soporte para sus obras, siempre dotando a la pintura del natural de un componente circunstancial que decide compartir con el espectador y que nada tiene que ver con los viejos realismos y su vocación de recreación de una objetividad cuestionada desde hace ya mucho tiempo.

Ignacio Pérez-Jofre es profesor titular en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Vigo. Su obra está presente en las colecciones del GCAC, Centro Galego de Arte Contemporánea, Diputación de Orense, Diputación de Córdoba, Palacio de Exposiciones y Congresos de Madrid o Universidad de Salamanca.