Del 11 al 15 de julio, La Gran participa en ArteSantander con obras de Ana Teresa Barboza, Isabel & Alfredo Aquilizan, Elisa Terroba y Valentina Vacó

El proyecto que presentamos en la feria propone un recorrido por el libro en sus múltiples formas y significados. A través del trabajo de artistas de procedencias diversas, el proyecto explora el libro como contenedor de historias, testimonio de transformación y creador de nuevas realidades. Un objeto analógico que sigue siendo clave para comprender el mundo actual.

“Vistas del microscopio”, una de las obras de Ana Teresa Barboza que mostramos, parte de su encuentro con antiguos tratados de botánica para –cual expedicionaria o botánica selvática– representar las plantas exóticas que aparecían representadas en ellos mediante precisos dibujos mezclados con bordado. Esta obra establece un diálogo entre el paso del tiempo en las hojas de los libros y la frescura de las flores nuevas, fusionando pasado y presente.

Los artistas Isabel & Alfredo Aquilizan proponen piezas realizadas a partir del desmontaje de una de sus grandes instalaciones construidas con cartón reciclado. Estas piezas en formato Mail Art emulan pequeñas casas abiertas, a modo de libros desplegados, relatan su periplo migratorio, su sentido de pertenencia y la creación desde la comunidad, como sucede con toda su obra.

Elisa Terroba, cuyo trabajo está estrechamente vinculado al libro como objeto y metáfora, crea nuevas estructuras objetuales que hacen desaparecer la narración literal del texto original para expandirse y revelar las infinitas variables de su contenido, como ocurre con sus dispositivos de vigilancia convertidos en lectores activos de ciencia ficción. Unas piezas que sugieren una visión distópica en la que la tecnología ha alcanzado un nivel de sofisticación tal, que es capaz, no sólo de comprender su entorno, también de interactuar con el arte y la cultura humanos.

Valentina Vacó reimagina mundos donde la realidad ficcionada se entrelaza con la biográfica. Al igual que las páginas que se reescriben, Vacó propone reconstruir su identidad mediante la representación física de su espacio vital dentro del stand. Para ello creará algunos elementos de su mobiliario en cuya superficie reflejará, como en un manuscrito, el flujo continuo de transformación y renovación.

Breve biografía de las artistas:

Ana Teresa Barboza (Lima, 1981), utiliza el tejido y otras técnicas artesanales tradicionales para transmitir al espectador una observación poderosa sobre todo aquello que le rodea. Inicialmente su trabajo tenía que ver con la conciencia del cuerpo humano, representándolo como una estructura seccionada, recompuesta y decorada mediante la costura y el bordado para reflexionar sobre su relación con los demás. Posteriormente esa mirada se desplaza hacia su entorno, para concentrarse en los vínculos que la unen con los otros y su obra inflexiona para adquirir un carácter más social, abriéndose a reflexionar sobre la transformación de la naturaleza y la relación o contacto de los humanos con ella. Para ello utiliza el bordado y el tejido en muchos casos en grandes instalaciones para proponer un paralelismo entre el trabajo manual y los procesos de la naturaleza.

Isabel & Alfredo Aquilizan nacieron en Filipinas en los años 60 y emigraron a Australia en 2006. En sus obras abordan temas relacionados con el desplazamiento, el desarraigo, el cambio, la memoria del hogar o la dificultad para adaptarse, traducidos a lenguaje visual en forma de instalaciones site-specific de gran escala que realizan en muy diversas partes del mundo. Estas son construidas en colaboración con quienes han experimentado otras situaciones de extrañamiento mediante procesos de recolección de objetos personales –cajas de cartón, ropa, zapatos, mantas, herramientas, etc.– que reflejan sus experiencias y sirven como metáforas de la vida cotidiana de sus autores y sus colaboradores.

Elisa Terroba (Málaga, 1986) desmonta el lenguaje y los libros para volverlos a montar de forma diferente, deconstruyendo y pervirtiendo sus estructuras para así generar discursos y formas mutantes que nos recuerdan la realidad híbrida que vive en la actualidad el libro y cómo el lenguaje se ve modificado en la sociedad digital. 

Las nuevas estructuras que genera (objetuales unas veces, digitales otras) hacen desaparecer la narración literal del texto original para expandirse y revelar las infinitas variables de su contenido. Así, sus libros, convertidos en objetos y en poesía visual, narran cosas distintas a sus propios argumentos.

En sus pinturas, Valentina Vacó (Caracas, Venezuela, 1994) crea un lenguaje visual fantástico y autorreferencial. Son creaciones con narrativas complejas que presentan escenas oníricas y personajes de una cosmogonía propia. La obra se convierte en un espacio confesional en el que aborda acontecimientos personales y los traduce en una pintura automática apoyada en multitud de pruebas y bocetos que desarrolla en luminosos cuadernos.