No hace falta demostrar nuestro interés en generar redes o conexiones en el mundo del arte. No en vano nos preocupamos mucho por nuestra gestión de redes sociales o participamos en proyectos como #MappingArt Valladolid; tampoco por otra razón hemos diseñado un proyecto como mujer.NODO. Una de nuestras grandes preocupaciones es pues establecer lazos fuertes entre los diferentes agentes que intervienen en el mundo del arte contemporáneo y con el público.
Porque solo de ese modo se puede hacer más cercano el trabajo de los artistas y hacer una fuerza mayor en el panorama general de la cultura. Nos parece, pues, que la forma en que se producen esos lazos y se intercambian intereses son modos de defensa de la cultura, puesto que es así como nacen los proyectos y se cubren sus múltiples necesidades. Siempre bajo un prisma de colaboración y apertura comunicativa.
El pasado día 9 de mayo tuvo lugar en Valladolid la segunda edición de Conecta Cultura, una jornada de reflexión y debate en torno a las redes sociales centrada esta vez en la cultura del intercambio en red. Organizada por Nuria García, de Veo Arte y el Centro Buendía de la Universidad de Valladolid; tuvo como ponentes a diversas personalidades de la comunicación, la gestión y la producción cultural, como Laura Cano de La Caja Revuelta, Paupac Azul, Fernando Bayona, LRM Performance, Cristina Riera, José Esteban Mucientes Manso miembro de AERCO-PSM o Adam Jorquera de Los Hacedores, entre otros.
En efecto, las redes sociales han introducido en nuestras vidas nuevas posibilidades infinitas de conexión e interrelación, del mismo modo que han variado nuestros modos de consumo, creación y gestión cultural. Pero pueden generar gran confusión, debido a la cantidad de información que circula por ellas; lo que puede ser solventado con una buena selección del exceso de información –como indicó Paupac Azul– y además es compensado por el gran alcance que se puede lograr con las mismas.
Obviamente, las redes suponen un trabajo añadido para todos, que no tiene por qué ser asumido sin cuestionamientos: una buena gestión de redes precisa de una implicación constante y supone un gasto de tiempo y esfuerzo que distrae de otras tareas. Por lo tanto ¿hasta qué punto el artista debe encargarse de su propia comunicación? Para algunos como Bayona, es una tarea connatural al artista, que debe poder vivir de su trabajo. Pero, ¿Cómo mantener la sostenibilidad de proyectos no amparados por lo público en un estado de crisis como el actual? ¿No se genera un evidente elitismo? Es necesario cobrar por el trabajo realizado, de otro modo extendemos la “cultura gratis” que no dignifica a los trabajadores de este ámbito.
Por otro lado, el manido lema de la democratización de la cultura por las redes, debe ser cuestionado también: que guste a muchos no significa que algo sea bueno y no todos pueden llegar a la Red de manera tan sencilla. Es necesario un uso crítico de las mismas, lo que nos hace pensar irremediablemente en Intimidad Romero.
La creación se construye hoy en base a los continuos intercambios y transfusiones entre las diferentes disciplinas y espacios, de manera que se habla de manera más y más fiel de una realidad que es en sí multidisciplinar. Pero la brecha entre el arte y el público sigue abierta y no todos parecen querer romperla. El espectador es la conexión que realmente precisa el arte y la más difícil de conseguir: desde luego no puede ser medida por “me gusta” en Facebook, pero tiene que ser contemplada desde la diversidad, como apuntó Cristina Riera.
Hacer intercambio en redes, implica, por supuesto, no caer en el “autobombo”; un riesgo del que no muchos son conscientes. Tiene que haber diálogo, un dar y recibir. Hay que compartir información y colaborar con otras entidades o particulares. De otra manera se estará perdiendo el sentido de estas redes.
Finalmente, se introdujo la cultura hacker con Jorquera, que explicó en pocas pinceladas lo que supone internet para la construcción de una sociedad de la cultura libre; introduciendo toda una serie de problemáticas asociadas que implican un cuestionamiento del sistema capitalista por completo.
Así pues, Conecta Cultura hizo un interesante y extenso barrido por cuestiones importantes y primordiales para la difusión y generación de redes en cultura.
Del mismo modo, esperamos que Artistas en Red, evento al que hemos sido invitados como ponentes, nos permita conversar sobre estos temas y exponer, de manera concreta, cómo concebimos nosotros el uso de redes y el establecimiento de las mismas en el mercado del arte.

Ponentes del II Encuentro Artistas en Red: Mar Caldas, Encarna Lago, La Gran, La Lata Muda.